Uno de los principales objetivos de la fisioterapia respiratoria es prevenir futuras infecciones. Por este motivo, la conservación de la movilidad de la columna y del tórax junto con el trabajo sobre los sistemas de eliminación del cuerpo (intestino, riñones y mucosas), tienen mucha importancia para conseguir incrementar el control, la capacidad torácica y la movilidad costal. También será relevante el trabajo de las cicatrices y adherencias.
Los objetivos son: eliminar los mocos y la tos de forma natural, reducir la necesidad de tomar medicamentos, mejorar el descanso y el apetito, prevenir infecciones recurrentes, disminuir la dificultad respiratoria o falta de aire, la mejora de la sensación de cansancio, la eliminación de secreciones, el control de la ansiedad y el estrés y reducir los síntomas.
En el caso de los niños, la afectación del aparato respiratorio suele ser de las vías altas. En algunos casos se complica porque se traslada a las vías bajas (pulmones). Ej: Bronquiolitis. La fisioterapia respiratoria ayuda a evitar complicaciones y recidivas.
El tratamiento debe ser siempre individual y personalizado. Una vez hecha la valoración inicial, el fisioterapeuta configura el tratamiento ajustándolo a sus necesidades. Ante las dificultades e infecciones respiratorias, se adaptan las técnicas a la edad, patología, colaboración y estado de salud global del paciente. El tratamiento es respetuoso y se realiza mediante técnicas pasivas o activo-asistidas gracias a manos del fisioterapeuta.
Afecciones o patologías que podemos tratar:

Fisioterapia respiratoria infantil

Infecciones vías altas, otitis (aguda o crónica), bronquiolitis, bronquitis, neumonía, sinusitis, tos crónica, enfermedades con aumento de secreciones.
Fisioterapia respiratoria en adultos

Sinusitis, bronquitis, neumonía, asma, EPOC, secuelas del Covid.
